La tierra cruda como material de construcción se ha utilizado en nuestro planeta durante casi 10.000 años. Más de un tercio de los habitantes del mundo viven hoy en hábitats construidos de tierra. Construir en tierra es hacerlo con un material que pisamos todos los días. Pero no se puede utilizar todo tipo de tierra en construcción, se necesita un suelo con buena cohesión, principalmente debido a la presencia de arcilla que actúa como aglutinante natural.
Tradicionalmente, existen muchos tipos de construcción en tierra diferentes, con una infinidad de variantes que reflejan la identidad de lugares y culturas. Los siete modos de uso de la tierra en construcción más utilizados son:
Adobe: los ladrillos secados al sol se moldean a partir de una tierra maleable a la que a menudo se le agrega paja.
Tapia: construcción de muros mediante la compactación de tierra con un pisón entre unos tablones de madera.
Bloque de tierra aligerada (BTA): la tierra, con buena cohesión, y dispersada en agua hasta obtener una barbotina homogénea, que se vierte sobre la paja, hasta cubrir cada hebra. Para posteriormente introducir la mezcla en un ecofrado o molde.
COB (chamizo): mezcla de arcilla, arena, paja y barro común de tierra semejante al adobe pero que no requiere de ladrillos o bloques premoldeados.
Modelado: la tierra plástica se modela de la misma manera que para la alfarería, sin herramientas, para levantar muros por lo general delgados.
Bloques de tierra comprimidos (BTC): durante mucho tiempo se fabricaron bloques de tierra con moldes en los que se comprimía la tierra mediante un pequeño mortero. Hoy este proceso se ha mecanizado mediante prensas.
Amontonado: consiste en apilar bolas de tierra una encima de la otra y apisonarlas ligeramente con la ayuda de manos o pies hasta formar paredes monolíticas.
Todas las técnicas de construcción en tierra mencionadas permiten que la construcción en tierra ofrezca una amplia variedad de componentes y sistemas constructivos tales como: cimentaciones, sótano, muros y pilares, vanos, pisos y pavimentos, cubiertas planas e inclinadas, bóvedas y cúpulas, tejas de cubiertas, elementos aislantes, escaleras, chimeneas, muebles empotrados, enrejados, etc.
UNIVERSALIDAD
El 30% de la población mundial vive en una vivienda de tierra. Para los países en desarrollo, esto es el 50% de la población, principalmente rural, y al menos el 20% de la población urbana y periurbana. También podemos constatar que, en Perú el 60% de las viviendas están construidas en adobe o en tapia. El 38% de las viviendas son de tierra en Kigali, capital de Ruanda, el 72% de las viviendas de la India están construidas con el mismo material.
En el continente africano, la arquitectura de tierra refleja la genialidad del lugar, del material y de los constructores, como los palacios a orillas del Níger, los ksour y kasbah del sur de Marruecos, las casas-fortaleza de la etnia Somba de Benin , los caseríos de la etnia Mousgoum de Camerún o las casas urbanas y mezquitas de Mali, Djenné y Mopti.
En los países del Este, el genio arquitectónico de la tierra se encuentra en Irán, Irak, Afganistán y Yemen del Norte y del Sur. En China, más de diez millones de personas viven en un hábitat construido de tierra excavado en el espesor del cinturón de loess. En Mongolia Interior, las viviendas rurales están construidas en su mayor parte con cob, adobe o tapia. En Europa, la vivienda de tierra rural forma parte del paisaje de muchos países como Suecia, Dinamarca, Alemania, España y Portugal. En Francia, el 15% de la población vive en casas de cob, adobe o tapia.
Ante la crisis energética y la crisis económica, los países industrializados están desarrollando un discurso sobre la renovación del material tierra e iniciando investigaciones y aplicaciones sobre este material. En los países en desarrollo, la construcción en tierra parece ser un medio eficaz de producción a corto plazo de un alojamiento económico que permite la creación de un mayor número de viviendas, el desarrollo de la explotación de los recursos locales en materiales de construcción, la formación de técnicos y artesanos de la construcción, la creación de empleo.
Lo que ahora es una simple necesidad para las poblaciones desfavorecidas bien puede convertirse en una elección deliberada. El uso de la tierra para la construcción también cuenta con una perspectiva universal. La Tierra probablemente seguirá siendo uno de los materiales más utilizados en el futuro.
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